Dra.Cecilia Kindelán
La pandemia ha trastocado todo lo que ya estaba siendo alterado los últimos años en el mundo de las empresas y los negocios, incluido el concepto tradicional de liderazgo. El profesor David K. Hurst se inspira en la naturaleza para definir y crear un nuevo modelo de liderazgo más acorde con los tiempos que vivimos y considera a las organizaciones como ecosistemas que tienen ciclos adaptativos.
David K. Hurst se ha dedicado durante tres décadas al mundo académico y al de la consultoría. Actividades que lo han llevado por todo el mundo. De esta experiencia el profesor Hurst extrajo unos aprendizajes altamente innovadores sobre el liderazgo, la gestión del cambio y la dinámica que las organizaciones que promueven a través de la creatividad. Las implicaciones de esta nueva orientación para la práctica del management son profundas.
“Como líderes empresariales necesitamos actuar y pensar como si fuéramos jardineros, es decir, cultivando a las personas que cuidan de la empresa. Cuando algo va mal, es muy difícil cambiar a los individuos, pero sin embargo el efecto de mejorar su entorno es muy positivo”
¿Dónde deberían los líderes concentrar sus esfuerzos para innovar?
Sin duda, la innovación es el componente esencial para que las empresas continúen activas. Volviendo de nuevo a la metáfora de la naturaleza, el profesor David K. Hurst afirma que, en ecosistemas, como los bosques, la innovación tiene lugar en los bordes y en parcelas abiertas, donde es posible la experimentación a pequeña escala. Rara vez tiene lugar en el núcleo, que está ahogado por la jerarquía (árboles grandes que acaparan todos los recursos), y en la empresas ocurre lo mismo: se innova más fácilmente en aquellas zonas más apartadas del centro del negocio.
Liderar como un jardinero
- El líder debe seleccionar a las personas, y luego crear y mantener las condiciones en las que puedan crecer y desarrollarse. El jardinero prepara la tierra, planta la semilla, y la riega. Crea el entorno para que la flor crezca.
- Los líderes tienen pasar de la abstracción a la acción.
- Los procesos creativos y destructivos son complementarios para la existencia, cada uno lleva la semilla del otro.
- Los ecosistemas consiguen estabilidad por el cambio y el cambio a través de la estabilidad evoluciona.
- Recordar el valor intrínseco de las personas porque no sólo somos instrumentos, somos humanos, con una dimensión moral y esto es lo que nos diferenciará de las máquinas.
¿Pueden las empresas renovarse indefinidamente?
Si consideramos las empresas como si fueran ecosistemas, tal y como propone el profesor Hurst, toda la evidencia sugiere que no pueden renovarse indefinidamente. Geoffrey West, del Instituto Santa Fe, ha señalado que, si bien las ciudades pueden durar indefinidamente, todas las corporaciones parecen morir. Sugiere que esto se debe a que no pueden sostener las conversaciones creativas y las interacciones aleatorias tan esenciales para la innovación y la creatividad. Sin embargo, aunque pueden no ser inmortales, las corporaciones siempre pueden ser vitales y vivas y hacer crecer a su gente.
David K. Hurst también es editor y colaborador de revistas como Strategy + Business, Harvard Business Review. Además es autor de varios libros.
2 respuestas
Muy ilustrativa la metáfora de la figura del líder y el jardinero. Ambos cultivan y preparan el entorno para que la semilla pueda crecer y desarrollarse. Me he encontrado en mi vida con este tipo de jefes y el efecto que dejan sen nosotros se refleja en toda la vida.
¿Conocer algún líder de este estilo? ¿Cómo han repercutido en tu trabajo?